Todos los años, los anunciantes del Súper Bowl dedican horas, semanas y meses para planear su creatividad y saber como usarán sabiamente esos 30 segundos en lo que bien podría llamarse ‘Prime-Rib time’, por que es el más caro tiempo al aire en el espectro publicitario de los medios en Estados Unidos.
Pero no todos los creativos, ni todas las agencias, ni todas las marcas logran impactar ni hacer memorable su comunicación hacia un target, en este caso básicamente enfocado a hombres.
Siempre he pensado que en un comercial debe haber un matrimonio indisoluble entre la marca y su creatividad, para que cuando alguien cuente el anuncio, le sea imposible contarlo sin hablar sobre la marca. Eso, damas y caballeros, se llama impacto publicitario.
En el Súper Bowl XLV (SB) celebrado ayer se transmitió un comercial de TV de Doritos llamado ‘House-sitter’ que me encantó, se los dejó para su opinión:
Y justamente también en el SB se vió este otro comercial, que no me pareció tan bueno por que justamente se puede separar la marca de la creatividad y la misma idea creativa usarla para, digamos, un automóvil. ¿Qué piensan?
Bueno, y nadie más que Coca-Cola para producir un comercial que parece como si fueras a ver El Señor de los Anillos en época de invierno extremo. Sólo Coca-Cola puede aventurarse a esta creatividad, y salir victoriosa como marca.
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